Priscila Betancort

Una carrera meteórica. Tan solo transcurrieron tres meses entre el lanzamiento del blog ‘My Showroom’ y una llamada de la revista ELLE. Doce semanas en las que la grancanaria Priscila Betancort cambió sus planes como arquitecta para dedicarse al mundo de la moda. Unos 80 días para convertir su hobby en un profesión. Priscila vio nacer un sueño y consolidarse en menos de 50 looks.

Lanzamos el blog en febrero de 2011 y en junio de ese mismo año recibí una llamada de ELLE Japón interesados en publicar en exclusiva un look con las tendencias del verano y lo que creía que se iba a llevar. ¡No me lo podía creer! Yo estaba en Canarias, en una isla remota y me llaman de la otra punta del mundo, me piden un presupuesto para salir en una de las revistas de moda más importantes y entonces me pregunté… ¿Qué está pasando? Ahora todo el mundo sabe qué es lo que te puede pasar cuando tienes un blog, pero antes cuando yo abrí el mío, nadie vivía de esto».

Toda la ropa que tengo en casa. La elección del nombre del blog fue algo que no surgió de la noche a la mañana. Priscila confiesa que fueron seis meses los que necesitó para decidirse.

Tenía una cosa bien clara: quería que fuera en inglés. Todos los blogs que seguía en ese momento y que me inspiraban tenían nombres en ese idioma. También quería que hiciera referencia a ropa. Un día se me ocurrió ‘My Showroom’ y  me di cuenta que encajaba muy bien con lo que iba a hacer que era mostrar la ropa que tengo en casa, mi showroom. Al principio tenía en mis manos una hoja en blanco con muchas posibilidades. No había títulos elegidos ni estilos muy machacados. Mi primer look fue un outfit muy ‘working’ con unos jeans de talle alto y americana militar, un look muy básico. El segundo fue un poco más hippy y el siguiente algo más oscuro… Desde un principio quería dar a entender que no me encasillaba con ningún estilo. Para mi la diversión estaba ante todo. Cada día, dependiendo de lo que tenía que hacer verían una Priscila de un modo o de otro. Por eso los cuatro primeros looks son tan distantes entre si.

Priscila señala que ahora la historia es distinta. Apunta que no tiene la misma libertad que antes porque al principio mostraba los looks con los que iba al cine o a tomarse un café con sus amigas. «Ahora los looks son como para ir a una entrevista de una agencia o para tratar con clientes».